REVISTA MISIONEROS

Misioneros Tercer Milenio es una publicación editada por OMP en colaboración con 18 institutos misioneros. Nace en el año 2000, pero es heredera de la labor al servicio de la misión de la Iglesia y del espíritu universalista desarrollada por sus predecesoras: las revistas “Pueblos del Tercer Mundo” y “Catolicismo”.

Misioneros Tercer Milenio está destinada a los adultos, y permite estar informado sobre la actualidad misionera en todo el mundo. A través de sus páginas se puede conocer la realidad de los pueblos en los que realizan su labor nuestros misioneros, con acceso de primera mano a sus testimonios, vivencias, experiencias y opiniones.

La revista también refleja la situación de la Iglesia católica y de sus fieles en los países de misión, y las actividades de animación misionera que realizan en España las Direcciones Diocesanas de OMP y Delegaciones de Misiones.

EN ESTE NÚMERO…

Además de incluir los temas recogidos en su edición digital, la versión en papel de Misioneros entrevista a Paul Schneider, sacerdote de la diócesis de Getafe desde hace 18 años. Tras su labor por varias parroquias españolas, su vocación misionera le llevó hasta una de las zonas más aisladas de Etiopía. Allí ha pasado ocho años, en un entorno marcado por la pobreza y la ausencia de servicios; una amarga realidad, que le obligaba a mezclar lo pastoral con lo asistencial. Subraya que “no soy salvador de nadie” y que “el ser humano es increíble”; y, de las gentes que ha conocido, destaca cómo, a pesar de las lacras y la corrupción, “saben resistir como pueblo y mantenerse orgullosos de su propia cultura”.

El padre Norberto Pozzi, misionero en la República Centroafricana, es uno de los protagonistas de nuestra sección “Misión viva”. A sus 72 años, este carmelita italiano, corpulento y lleno de energía, se mueve con cierta dificultad, con la ayuda de una muleta, porque arrastra desde hace algo más de dos años las secuelas de la explosión de una mina, que obligó a los médicos a amputarle el pie izquierdo. Su rostro, sin embargo, no transmite sufrimiento, sino que siempre está presto a esbozar una sonrisa.  Él es muy consciente de cuál es su forma de ser misionero: “presencia en el dolor”.

Curiosamente, fue en medio de la realidad sufriente del trato con los enfermos donde “Dios se fijó” en la otra protagonista de esta sección “Misión viva”. Se trata de la Hna. Lola Pérez Carrasquilla, hija del Calvario, quien afirma que  fue entonces cuando “en mi interior sentí un gran deseo de dar mi vida por los más pobres en tierras de misión”. Hoy, tras celebrar sus bodas de oro de labor evangelizadora en Zimbabue, sostiene: “La alegría y la generosidad de la gente han fortalecido mi fe”.

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